Siempre ordenando, construyendo.
De experiencias, imaginarios.
El inicio del viaje parte de una una alfombra roja en la calle, de un recorrido rojo bajo mis pies.
Modificando todo aquello que iba construyendo, todo aquello que significaba y representaba fijar un paisaje concreto.
Dejarse llevar para, paso a paso, construir viaje y con él, nuestra identidad.
Ahí empecé mi viaje, dónde nada tiene salida ni llegada, dónde nadie tiene una identidad fija, sino que todo se construye a medida que camino.
Un viaje para generar cartografías abiertas y acumulativas de experiencias.