La decisión de una página web (que vino con la inestimable ayuda y generosidad de Oscar Ciutat) me obligó a reordenar conceptos, piezas y pensamientos.
El punto de partida fue demasiado convencional, clásico. Estructurando según disciplinas artísticas.
Miedo escénico.

Perdí el miedo y empecé a reordenar mis piezas junto con mis pensamientos y conceptos.

Y descubrí que sí, que sigo siendo pintora.
Aunque también descubrí y entendí, que no soy únicamente pintora.
No sólo la pintura es fantasía.

Me tuve que desprender de todo el ritual con el que acompañaba al hecho de pintar; ponerme la bata, cambiarme los zapatos, la ropa, preparar las paletas, los colores, limpiar la mesa.....

Y entrar en la pintura. Para poder salir de ella y compartir y repartir todo ese ritual con el resto de mis trabajos. Con el resto de mis nuevos hábitos de trabajo.
Ahora, con todo su reconocimiento y su consciencia.

Así que abandoné ése orden de corte clásico, disciplinar y desgrané sobre la mesa las distintas ramas por las que crecía mi trabajo.

Mi trayecto y mi trabajo viajan juntos.

Y cómo si de una mapa se tratase, van trazando sobre él, la huella de la experiencia.
Poder distinguir entre todos los paisajes, aquellos puntos importantes que conectan recorridos presentes y pasados, para convertirlos en lugares en constante movimiento.

Transitar por los límites de las ciudades. Trazar y desdoblar. Abstraer. Y así, entre la ciudad vivida y la ciudad buscada, construir la ciudad real.

Retener imágenes, para producir nuevos paisajes. Repetir para conocer. Repetir para cambiar Insistir. Creer. Ordenar.

Y así lo hice.

Encontraréis piezas que concentran en un mismo espacio todo aquello que quiero contar. Las cosas, los lugares y las horas. Lo que hice, lo que vi, lo que viví. Puntos rodeados y absorbidos. Puntos y piezas que construyen mi identidad.

Encontraréis los paisajes y los lugares que me persiguen. Los que van y vienen entre un electrizante equilibrio. Todo aquello que fueron con todo aquello que yo quiero que sigan siendo. Todo aquello que pasa entre la abstracción de una linea y un punto en el mapa.

Encontraréis las piezas que para mí, funcionan como una agujero negro. Son energía, materia y potencia. Son la reafirmación y la presencia, la existencia.

Y todas ellas, son piezas que prueban que todo puede ser posible y nada es lo que parece. Todo es color, todo es espacio. Es como situar un punto en el espacio para que éste pueda existir. Son las piezas de la fascinación, de la insistencia, de la afirmación, de la ocultación.